lunes, 10 de marzo de 2008

08. CALENTAMIENTO GLOBAL: ENTRE CREER Y NO CREER, MEJOR CREER


Después de la multimediática campaña para la toma de conciencia sobre el problema del cambio climático y el calentamiento global, dirigida por el político y ecologista estadounidense Al Gore, ganador de un premio Nóbel, un Oscar y otras distinciones diversas a consecuencia de esta misma causa, han surgido corrientes divergentes en la explicación, origen y consecuencias del difundido fenómeno.

Sin duda las nuevas teorías (ni tan nuevas) son menos populares que la ya establecida en el subconsciente colectivo. A estas alturas es más fácil creer en el inminente derretimiento de los polos, con sus consecuentes inundaciones y catástrofes planetarias, derivadas de las acciones humanas que liberan a la atmósfera gases que acentúan el efecto invernadero, que en la ilusa sugerencia de que esto sería el punto culminante de un gran ciclo natural de calentamiento, al cual solo le quedaría continuar su rumbo predestinado de normalización de las temperaturas. Por su puesto que esta última posición, y varias otras igual de inconspicuas, carecen del dramatismo y la espectacularidad de otras propuestas más atractivas y vendedoras.

Por otra parte, la avalancha de información, datos y evidencias aportadas por la teoría oficial, empequeñecen a cualquiera que ose refutarla. No obstante, no han sido pocos los detractores que han hecho ver interpretaciones antojadizas de la información, manipulación de datos y otras anomalías por el estilo.

Independiente de que teoría tenga la razón, o se ajuste en mejor forma al fenómeno que busca explicar, hay un hecho de fondo que se suele pasar por alto. Ante la enormidad de información y la aparente solidez con que se plantean las distintas explicaciones, el ciudadano común no es capaz de discriminar cual es la mas certera. Por cierto, ni siquiera la comunidad científica ha llegado a un consenso definitivo y por el contrario, cada vez existe más diversidad de opiniones.

Es una conducta natural negar lo que no entendemos, o adoptar cualquier explicación que nos parezca relativamente razonable. En un escenario tan confuso, la prudencia, excelente consejera, sugiere actuar con precaución. Si uno de lo escenarios posibles es tan apocalíptico como el que conocemos, y si además nos indica claramente cuales de nuestras acciones conducen a acentuar el fenómeno, entonces, no debiera importarnos si las evidencias del cambio climático nos resultan o no convincente. Si estas llegan a ser verdaderas, sus consecuencias serían tan graves, que por nuestra propia seguridad nos conviene creer que es cierto y por lo mismo actuar en consecuencia.

4 comentarios:

Jaime Ceresa® dijo...

MMmhhh...yo no dudo el calentamiento, lo que me molesta es la postura de "los líderes mundiales" de querer lucrar de la situación en cuanto a imagen y quien sabe que más.-

Cuídate.-

Anónimo dijo...

Para mi este asunto es de una sencillez abrumante: la contaminación es descomunal y dañina para los fines de sobrevivecia animal y vegetal.

¿Cuáles son los efectos de la contaminación? Todos los declarados.

Tu crees que, por ejemplo, las bombas de Francia en el Atolón de Mururoa no tiene efectos hasta el día de hoy o la tragedia de Chernobyl; o que el uso de los fluorocarburos es inocuo; o que la caza indiscriminada (correspondiente extinción) de ciertas especies no provoca daños al ecosistema; o que el uso enérgico de pesticidas no conlleva degeneraciones y mutaciones de quienes están expuestos a su acción; o que la tala de bosque nativo no atenta en favor de la desertificación y otras áreas de necesidad crucial para la vida; o que la masificación en la extracción de petroleo y minerales (Pascua Lama es una aberración, sólo el 10% del oro extraído en el mundo se utiliza en algo distinto que joyas y halajas) no deja la sensación de vivir sobre una cáscara orgánica contaminada; o que la contaminación del agua dulce por papeleras y mineras no destruye riquezas imposibles de rescatar y restituir; tu no crees en la existencia de un forado en la capa de ozono (no sientes como te achicharras al sol); o que las grandes inundaciones o prolongadas sequias no son pruebas de algo contrario a la vida.

Por último cuando alguien refuta el calentamiento global (no creo que exista una sola persona en el mundo que niegue las gravísimas consecuencias de existir tal cambio climático) primero hay que preguntarse quien le paga el sueldo, mercenarios existen en todas partes.

Saludos

( Obs.: 1.- ¿? omitidos voluntariamente. 2.- He respondido tu pregunta en Chillka.)

SPARROW dijo...

Concuerdo en todo lo que dicen. Es de público conocimiento que acciones del hombre sobre el medio generan impactos ecológicos negativos directos y además gatilla otros indirectos, ambos de catastróficas consecuencias.

También es verdad que;

1. En los últimos años ha habido un aumento de las temperaturas medias del planeta.
2. Que los gases de efecto invernadero inciden en este aumento de temperatura.
3. Que las emisiones de tales gases han aumentado exponencialmente como consecuencia de la actividad antrópica.

Ahora, que sea la acción del hombre la que ha provocado el aumento de temperatura del planeta, es un tema en que no existe consenso. Si bien se acepta que la acción humana influye en este fenómeno, hay muchas teorías, algunas más razonables que otras, que cuestionan la magnitud de la influencia antrópica y la envergadura de los cambios estimados para el futuro.

En consecuencia, mientras se define si el hombre afecta mucho o poco, si los aumentos de temperatura serán de 2 o de 10°C, el llamado a la sociedad es a que asuma que el fenómeno es real y reduzca las emisiones.

Anónimo dijo...

Entonces... mejor creer.

Saludos